LOS SOCIOS(AS), ¿TÚ ERES UN BUEN SOCIO(A)?

¿Te gusta compartir las decisiones que tomas?, ¿Crees que toleras y aceptas las ideas de otros?, ¿Cómo manejas tu propio ego?, ¿Qué tan bueno eres repartiendo las ganancias o aceptando compartir las pérdidas? Veamos.

Estoy de regreso y retomo la redacción de este espacio. Espero hayan disfrutado sus vacaciones. Sigamos fomentando la cultura empresarial en el nivel profesional.

 Ya en enero de 2020, en el artículo 75 de esta columna, hablé acerca del tema que nos ocupa esta semana, pero a petición de mi buen amigo Marko García, programador, empresario egresado de la Facultad de Ciencias de la UNAM y ex alumno TDE®, ahora quiero ahondar en la elección de los socios(as), empezando por un análisis de ti mismo(a) como tal.

A mí por ejemplo me gusta trabajar solo, pero siempre necesito ayuda en los diversos negocios y actividades; hay personas que aun no concientizan que necesitan de ese apoyo; y hay otras que no saben “que no saben” trabajar en equipo (con sus pares), y hay quienes aun no tienen ese equipo (con iguales), pero que cuando lo tengan, serán inmensamente felices (o todo lo contrario).

Pegúntate esto a ti mismo(a): ¿sabes y podrías ser un buen socio(a)? Es común que se le quiera echar la culpa de lo negativo al otro, de un fracaso societario, de falta de trabajo, de no tener compromiso, pero esa forma de pensar debe cambiar, maxime en una persona con características de ejecución empresarial; el responsable de tu vida eres tú mismo(a), y en gran medida, sí fracasas será por ti y no por un tercero, esa es la premisa, así que pregúntate: ¿Yo sé ser un buen socio(a)?. Ahora hazte estas preguntas:

1. ¿Te comprometes con un fin común que ya no sólo será tuyo y tienes la disciplina necesaria para hacerlo? No es lo mismo trabajar para ganar todo el pastel o la recompensa, que tener en cuenta que habrás de repartir el premio.
2. ¿Necesitas un socio(a) o más bien un empleado(a)? Es importante que te lo preguntes y lo distingas, porque con uno compartes el poder y al otro simplemente lo mandas.
3. ¿Quieres un socio(a) o sólo crees que la empresa lo requiere? Un socio(a) te complementa a ti, hará actividades que tú no, inyectará capital y nunca es sólo para presumir que ya tienes uno(a); se presumen sus competencias y logros al servicio del negocio común, no su presencia.
4. ¿Sabes compartir decisiones? Es decir, las elecciones de la construcción del camino que seguirá la empresa, tanto en su estrategia como en sus productos, mercados, crecimiento y organización.
5. ¿Toleras los desplantes de alguien tan inteligente como tú? Sí vas a tener un socio(a) no será tu subordinado, sino tu par, tu igual, y tiene derecho, y la obligación, de intervenir tanto como tú. Hay que poner directrices.
6. ¿Puedes dejar de lado tus propios deseos en pos de algo más grande o más conveniente, que no se te ocurrió a ti?, ¿El ego te deja escuchar, avanzar y reconocer el mérito del otro(a)? Aquí se caen negocios y pueden terminar amistades.
7. ¿Qué tan bueno eres repartiendo las ganancias o aceptando compartir las pérdidas? Puedes decir misa, pero he visto cómo le tiemblan las manitas a personas que sufren cuando hay que pagarle al otro, y aun más, cuando ven que disminuye su capital por la inversión en conjunto.
8. ¿Estás dispuesto(a) a compartir ideas e ideales? Ya no estarás solo(a), ahora tendrás que consultar y luego hacer, ¿lo asumes?
9. ¿Aceptarías los errores de tu par? Es sencillo asimilar los aciertos del socio(a), pero sus fallas serán constantes y variadas, lo importante es que sepan complementarse, y tú, como dueño de la idea original, sepas distinguir, estratificar y valorar sus aportaciones en las diversas situaciones que vivirán juntos(as).

Antes de asociarte (casarte) piensa en los puntos anteriores, examínate. Piensa en las verdaderas necesidades de la empresa junto con las tuyas. Y vuelvo a repetir, es muy sencillo decir que el malo o el tonto es el otro(a), pero muchas veces, en una relación de dos o más pares, cuando algo sale mal, también tú tienes un grado de culpa, así sea por el sólo hecho de haber aceptado a alguien como socio(a).

Hay personas que trabajan mucho mejor solas. Por el contrario, existen seres que sólo funcionan y explotan su talento asociándose con otros(as); hay a quienes les es indistinto tener socios(as) o no, ¿tú de cuáles personas eres?

Recuerda: ¿Necesitas un socio(a) para cubrir un tema relevante en el negocio que sólo mediante un igual se puede solventar? Sí la respuesta es afirmativa, adelante, piensa en tener un socio(a); y todavía más avanzado, en conjunción con lo anterior: ¿estás dispuesto a compartir, aceptar, asimilar y crecer juntos(as) en el negocio?, Sí sigues respondiendo sí, entonces ya ni lo pienses, ¡asóciate!

Espero tus comentarios y consultas en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. y desde allí nos seguimos comunicando.

Te deseo felices y productivos negocios, y por favor: ¡nunca dejes de tomar acciones que te hagan trascender!

Por Carlos Alberto Flores García *

Artículo de #MartesDeEmpresa No. 172.

Escrito en: Desierto de los Leones, Ciudad de México, México.

MAYO 03, 2022. Martes.

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*Empresario, profesor universitario y consultor organizacional. Político en mis ratos libres.

 Es dueño inversionista y catedrático, desde 2015, en el Centro Empresarial TDE-Talentum (CETT), escuela de negocios y formación directiva; es consultor de emprendimiento y finanzas para INNOVA UNAM y en TDE®; es consultor líder en administración para distintos gobiernos y fiscalías en el I-GOB y USAID; escribe libros de administración y negocios; ha sido catedrático en la UNAM y UNILA. Su palabra y estilo favoritos: TRASCENDER!!!